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un montón de escritos, sea prosa, poesía, reflexiones, etc. solamente algo que nos ayude a mantener nuestra mente abierta un poco más. (Haciendo contacto: elfisublog@gmail.com)
domingo, noviembre 30, 2003
“MEMORIAS DE A BORDO”
Esta noche tomo mi vida
Como un manojo de frías indecisiones,
Al verme tan distinto
Al mismo que era antes de hoy.
Es lo que te sucede
Cuando un lugar extraño,
Ajeno, perdido en algún sitio,
Lo sentís como parte de tu hogar.
Venís pensando en los temores
De quienes dejás atrás,
Y volvés sabiendo que la ruta
Cambió, en la profundidad, levemente tu vida.
Te das cuentas
Que un extraño en el camino
Puede llegar a ser
Ese hermano o amigo que siempre soñaste.
Aprendés en cada alto
Que lo tuyo es de otro,
Y tomás como propio
Lo que otros tienen en su poder.
Así, vos repartís confianza,
Historias, penas, cantos varios...,
De la misma forma en que van,
Vuelven intensamente a vos.
También ves que el mundo
Está plagado de gente “no común”,
Que la gente que conocés por “la masa”
No es más que una falsa idea colectiva.
(ellos aguardan allí)
Y nunca se ausentan
Los diversos sentimientos,
Que presenta a cada momento,
Esta divina vida.
La impaciencia de la espera
Y el alivio al estar yendo,
La emoción del “hasta luego”
Y la alegría del reencuentro.
La tranquilidad al estar todos juntos.
Comiendo, cantando, bebiendo...
Ese infaltable “juguito”.
Algo como la vida misma.
En la mesa con amigos,
Auténticos personajes,
Enseñándonos costumbres
Que nunca conocimos.
Es que la ruta te cambia,
A vos, a tu pensamiento,
A tu amor, a tu vida,
Cambia tus deseos y anhelos.
Ella es tu vida,
Esperando que la recorras.
Llevando alegrías y tristezas
Abordo tan sólo de una mochila.
EL FISU.
Alejandro y Juan (Jujuy)
Fernando (Mendoza)
Eduardo (Comodoro Rivadavia)
Juanpi (Rosario)
Celeste y Luki (Baires)
Como un manojo de frías indecisiones,
Al verme tan distinto
Al mismo que era antes de hoy.
Es lo que te sucede
Cuando un lugar extraño,
Ajeno, perdido en algún sitio,
Lo sentís como parte de tu hogar.
Venís pensando en los temores
De quienes dejás atrás,
Y volvés sabiendo que la ruta
Cambió, en la profundidad, levemente tu vida.
Te das cuentas
Que un extraño en el camino
Puede llegar a ser
Ese hermano o amigo que siempre soñaste.
Aprendés en cada alto
Que lo tuyo es de otro,
Y tomás como propio
Lo que otros tienen en su poder.
Así, vos repartís confianza,
Historias, penas, cantos varios...,
De la misma forma en que van,
Vuelven intensamente a vos.
También ves que el mundo
Está plagado de gente “no común”,
Que la gente que conocés por “la masa”
No es más que una falsa idea colectiva.
(ellos aguardan allí)
Y nunca se ausentan
Los diversos sentimientos,
Que presenta a cada momento,
Esta divina vida.
La impaciencia de la espera
Y el alivio al estar yendo,
La emoción del “hasta luego”
Y la alegría del reencuentro.
La tranquilidad al estar todos juntos.
Comiendo, cantando, bebiendo...
Ese infaltable “juguito”.
Algo como la vida misma.
En la mesa con amigos,
Auténticos personajes,
Enseñándonos costumbres
Que nunca conocimos.
Es que la ruta te cambia,
A vos, a tu pensamiento,
A tu amor, a tu vida,
Cambia tus deseos y anhelos.
Ella es tu vida,
Esperando que la recorras.
Llevando alegrías y tristezas
Abordo tan sólo de una mochila.
EL FISU.
Alejandro y Juan (Jujuy)
Fernando (Mendoza)
Eduardo (Comodoro Rivadavia)
Juanpi (Rosario)
Celeste y Luki (Baires)
viernes, noviembre 28, 2003
“MARCAS MILENARIAS”
A simple vista se puede ver la marca de agua que da la prioridad a la hora de partir.
Y el fuego comienza. Pero no comienza desde una chispa, o de una fricción forzada. Es tan solo una ignición iniciada en el preciso instante en que se da el primer paso en el camino.
Los mismo antiguos dioses que han visto a tantos este camino transitar, tantas generaciones unas tras otras.
Y cada paso en el fango conlleva un exhalo de potestad contenida, esperando ser liberada en un momento que solo los dioses conocen. Pues son ellos quienes marcan el tiempo del andar y también quienes han de poner su mano libertaria sobre las almas trajinantes en el momento del descanso. Son quienes han impartido el rumbo de sus dones: templanza, sabiduría, confianza, toda la fe puesta en ellos. Sólo se debe recorrer el camino sin cesar. Y así serán aumentados y cimentados, definitiva y completamente, sus dádivas.
Y serán puestos en el trayecto, tantos factores de detención como puedan soportar. Aunque no sepan que pueden soportarlos.
Y ese fango intentará que resbalen y caigan.
Y la lluvia intentará enfriar y apagar ese fuego.
Y un sol tortuoso intentará sofocar su mente y su fe.
Y el polvo intentará obstruir su rumbo.
Y el viento intentará desviarlos del camino.
Y ellos, pese a todo, no desvanecerán en su intención. Los dioses no han vencido jamás. Justamente por ese motivo. Son dioses, y no se equivocan. No abren el acceso al camino para cualquiera. Solo los elegidos pueden transitarlo. A ellos les es encomendado el fuego divino al caminar. Tan solo iniciar y seguir. Nunca detenerse.
¿Es que los dioses acaso están aburridos?. ¿Por eso causan todo esto?. ¿O será quizás que desconfían ellos mismos de sus propias elecciones?.
No. Es que los caminantes, viajeros y mensajeros de estos dioses, deben ser dignos de sus dones finales. Deben comprobarse a sí mismos en la lucha.
Si tienen todas las virtudes necesarias y más aún. ¿cómo saberlo si nunca han combatido?. Es tan solo una prueba inevitable.
Deben terminar de descubrir la totalidad de sus virtudes. El límite máximo de sus destrezas. Y así serán sabios a la hora del combate.
Saben que no deben dejar enemigos heridos. Se les dará el golpe de gracia final. Esa es la verdadera piedad.
Y serán ungidos en el cruce de armas enemigas.
Y serán redimidos en el baño de sangre ajena.
Es la raza suprema de guerreros que siempre han vencido. Generaciones tras generaciones ha sido y será así.
Un grito que llama al combate. Es el renacer de ese fuego divino en sus venas cada vez.
Milenarios combates.
Cada victoria es una generación nueva que está iniciando el camino. Una nueva marca de agua que nace.
A simple vista se puede ver.
EL FISU.
Y el fuego comienza. Pero no comienza desde una chispa, o de una fricción forzada. Es tan solo una ignición iniciada en el preciso instante en que se da el primer paso en el camino.
Los mismo antiguos dioses que han visto a tantos este camino transitar, tantas generaciones unas tras otras.
Y cada paso en el fango conlleva un exhalo de potestad contenida, esperando ser liberada en un momento que solo los dioses conocen. Pues son ellos quienes marcan el tiempo del andar y también quienes han de poner su mano libertaria sobre las almas trajinantes en el momento del descanso. Son quienes han impartido el rumbo de sus dones: templanza, sabiduría, confianza, toda la fe puesta en ellos. Sólo se debe recorrer el camino sin cesar. Y así serán aumentados y cimentados, definitiva y completamente, sus dádivas.
Y serán puestos en el trayecto, tantos factores de detención como puedan soportar. Aunque no sepan que pueden soportarlos.
Y ese fango intentará que resbalen y caigan.
Y la lluvia intentará enfriar y apagar ese fuego.
Y un sol tortuoso intentará sofocar su mente y su fe.
Y el polvo intentará obstruir su rumbo.
Y el viento intentará desviarlos del camino.
Y ellos, pese a todo, no desvanecerán en su intención. Los dioses no han vencido jamás. Justamente por ese motivo. Son dioses, y no se equivocan. No abren el acceso al camino para cualquiera. Solo los elegidos pueden transitarlo. A ellos les es encomendado el fuego divino al caminar. Tan solo iniciar y seguir. Nunca detenerse.
¿Es que los dioses acaso están aburridos?. ¿Por eso causan todo esto?. ¿O será quizás que desconfían ellos mismos de sus propias elecciones?.
No. Es que los caminantes, viajeros y mensajeros de estos dioses, deben ser dignos de sus dones finales. Deben comprobarse a sí mismos en la lucha.
Si tienen todas las virtudes necesarias y más aún. ¿cómo saberlo si nunca han combatido?. Es tan solo una prueba inevitable.
Deben terminar de descubrir la totalidad de sus virtudes. El límite máximo de sus destrezas. Y así serán sabios a la hora del combate.
Saben que no deben dejar enemigos heridos. Se les dará el golpe de gracia final. Esa es la verdadera piedad.
Y serán ungidos en el cruce de armas enemigas.
Y serán redimidos en el baño de sangre ajena.
Es la raza suprema de guerreros que siempre han vencido. Generaciones tras generaciones ha sido y será así.
Un grito que llama al combate. Es el renacer de ese fuego divino en sus venas cada vez.
Milenarios combates.
Cada victoria es una generación nueva que está iniciando el camino. Una nueva marca de agua que nace.
A simple vista se puede ver.
EL FISU.
“PUNTO TRANSITORIO”
El difícil momento de la transición arriba indefectiblemente. Ese intangible y furtivo instante de cambio. Asimismo cambian los sonidos con tanto contraste como llegaron. La estridencia muere en cada letra. Y deja por cicatriz el humo de este cigarrillo nocturno.
Y tus pasos no se oyen. Sé que estás ahí pero no puedo verte. Solo se disparan los efectos de tu sutil presencia.
No hay posiciones que tomar ni defender. El sabor todo lo trabaja y lo resoluciona. El plano de apariencia cambia definitivamente momentáneo. Nunca es certero. Nunca es final. Pues en la nueva luz llegan navegando las nuevas llaves del día. Algo que el segundero nos depara sin cesar. Y por eternidades.
Y nunca sabemos con anticipación que puesto hemos de ocupar. Velar o descansar. Incierto lugar nos toca cada noche. Aunque pretendamos darlo por sobreentendido, siempre el maldito sueño o el maldito insomnio manejan las fauces de esta oscuridad. Tan única cada vez.
Con tantas alianzas y traiciones a bordo. Con tantos vaivenes sin sentido.
Y la expectativa que con su manto nos cubre.
Por una noche más...
EL FISU.
Y tus pasos no se oyen. Sé que estás ahí pero no puedo verte. Solo se disparan los efectos de tu sutil presencia.
No hay posiciones que tomar ni defender. El sabor todo lo trabaja y lo resoluciona. El plano de apariencia cambia definitivamente momentáneo. Nunca es certero. Nunca es final. Pues en la nueva luz llegan navegando las nuevas llaves del día. Algo que el segundero nos depara sin cesar. Y por eternidades.
Y nunca sabemos con anticipación que puesto hemos de ocupar. Velar o descansar. Incierto lugar nos toca cada noche. Aunque pretendamos darlo por sobreentendido, siempre el maldito sueño o el maldito insomnio manejan las fauces de esta oscuridad. Tan única cada vez.
Con tantas alianzas y traiciones a bordo. Con tantos vaivenes sin sentido.
Y la expectativa que con su manto nos cubre.
Por una noche más...
EL FISU.
“MIS POEMAS(?)”
Mis poemas(?) no sé si contienen una métrica gramatical ó rimas. A decir verdad, sólo intento escribir lo que siento en determinados momentos.
¿No los dedicás?, me han preguntado. Creo que si los dedicara quedaría alguien sin poder identificarse con alguno de ellos. Además deja para mí el saber a quien se los he escrito.
Comencé escribiendo cuando estaba mal, después cuando necesitaba despejar mis ideas, también lo hago cuando estoy sólo (casi todo el tiempo).
Muchas veces he cambiado, agregado o rearmado mis poemas. Un manojo de papelitos y hojas sueltas. Hasta que los paso en limpio y así quedan definitivamente(?). Creo que mientras más escribo, más errores me voy descubriendo.
Hay en ellos, a veces, partes que son citas, partes de canciones ó frases ajenas que he oído por azar. Aunque intento no hacerlo en demasía para no crear algo de carácter falso.
¿Será poesía lo que escribo?. No lo sé. Sólo lo llamo así. La vida es el mejor poema.
Agradezco infinitamente a aquellas personas que, sin saberlo, movieron mis ideas para que escriba. No las voy a nombrar por la misma razón por la cual no las dedico. Y porque aún no sé si aparecerán más (me imagino que sí).
FISU.
“A quien me dio amor.
A quien me mostró el dolor.
A quien simplemente me regaló una sonrisa.
A quien me quiere y a quien me desprecia.
A ellos mi poesía.”
¿No los dedicás?, me han preguntado. Creo que si los dedicara quedaría alguien sin poder identificarse con alguno de ellos. Además deja para mí el saber a quien se los he escrito.
Comencé escribiendo cuando estaba mal, después cuando necesitaba despejar mis ideas, también lo hago cuando estoy sólo (casi todo el tiempo).
Muchas veces he cambiado, agregado o rearmado mis poemas. Un manojo de papelitos y hojas sueltas. Hasta que los paso en limpio y así quedan definitivamente(?). Creo que mientras más escribo, más errores me voy descubriendo.
Hay en ellos, a veces, partes que son citas, partes de canciones ó frases ajenas que he oído por azar. Aunque intento no hacerlo en demasía para no crear algo de carácter falso.
¿Será poesía lo que escribo?. No lo sé. Sólo lo llamo así. La vida es el mejor poema.
Agradezco infinitamente a aquellas personas que, sin saberlo, movieron mis ideas para que escriba. No las voy a nombrar por la misma razón por la cual no las dedico. Y porque aún no sé si aparecerán más (me imagino que sí).
FISU.
“A quien me dio amor.
A quien me mostró el dolor.
A quien simplemente me regaló una sonrisa.
A quien me quiere y a quien me desprecia.
A ellos mi poesía.”
